Secuelas de un daño irreparable

Especialistas en medio ambiente advierten sobre las terribles consecuencias que traerá para el ecosistema la explosión de la plataforma Deepwater Horizon.

El 20 de abril de 2010 quedará marcado como el día en el que se produjo uno de los mayores desastres medioambientales de la historia. En esa jornada explotó la plataforma Deepwater Horizon, la cual pertenecía a la compañía de origen británico British Petroleum. El incidente desatado en el Golfo de Nueva México derivó en el derrame de 6,4 millones de crudo en el mar, el cual causa y causará daños irreparables al medio ambiente.

Distintos especialistas que trabajan en diversas ecológicas, sostienen que las consecuencias de este desastre natural son todavía impredecibles. Pero también advierten que causará un profundo impacto en todo el ecosistema.

Greg Bossart, veterinario que trabaja en el acuario de Georgia, explica que el crudo vertido produce un efecto profundo, puesto que afecta directamente a toda la cadena alimentaria de la vida marina. Además, agrega que las aves también resultan perjudicadas, como ser los pelícanos (animales característicos de esa zona) y otros pájaros impactados por el petróleo que descansa en la superficie.

Por su parte, Rowan Gould, responsable del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, considera que los efectos del derrame se van a notar durante largos años. Según sus propias palabras, pronunciadas en la cadena CNN, «Este derrame es significativo y con toda probabilidad afectará a los peces y los recursos silvestres en el Golfo y en todo el continente de América del Norte durante años, si no durante décadas». En tanto, desde la agencia norteamericana calculan que más de treinta refugios se encuentran en riesgo por el derrame, que amenaza especies que están en riesgo y en peligro de extinción. Entre estos animales hay tortugas, manatíes indios del oeste, la cigüeña gris americana y la grulla gris de Misisipi. A su vez, un portavoz de la mencionada dependencia, Ralph Morgenweck, adelanta que gran parte de los animales afectados no se podrán encontrar jamás y otros tal vez sufran males delicados, como complicaciones en el sistema respiratorio.

Por otro lado, desde Greenpeace comunican que la enorme mancha de petróleo ha viajado unos cien kilómetros y se hizo presente en Louisiana, más precisamente en la Costa de Venice. Este traslado trajo consigo tanto la contaminación del Río Misisipi como así también las playas de Alabama y Florida.

La organización no gubernamental con fines ecológicos, documenta junto con un biólogo (Rick Steiner) los daños causados por el petróleo en dos zonas importantes por sus actividades pesqueras y turísticas. Se refieren a Grand Terre y a Bird Island. En la primera, remarcan que la gran cantidad de crudo se ha quedado en la playa y cubre más de la mitad de la isla. Mientras que en la segunda, que es una reserva nacional de vida silvestre en la que residen cientos de pelícanos, las aves se enferman por intentar limpiar sus cuerpos ya que terminan ingiriendo el crudo que hay en sus alas.

El desastre desatado por la explosión de la plataforma británica trae consigo consecuencias que se encadenan entre sí y que no hacen más que perjudicar seriamente al medio ambiente. De hecho, el crudo que invade al mar hace que éste pierda oxígeno, esa falta de oxígeno remite, invariablemente, en la muerte de peces; al morir ellos, otras especies marítimas se quedan sin alimento; a su vez, la intoxicación de la fauna marina también perjudica a aves y a reptiles, quienes se terminan envenenando y les causan infecciones serias a aquellas otras que se alimentan de ellas. Una cadena que parece interminable.

Autor: Luciano Villagra

Fuentes utilizadas:


www.concienciaeco.com

www2.esmas.com

www.greenpeace.org

www.clarin.com

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